Desafiando la frialdad a la que tantas galerías en Barcelona suelen acostumbrarnos, aparece la Galería Maxó y su necesidad de hacer del arte un acontecimiento desestructurado, lúdico y feliz. En este caso, nos presenta “99 artistas y medio” una invitación peculiar, en la que más de 100 obras, de 99 artistas + 1/2 Maxó, se muestran sin preámbulos.

Necesitamos jugar, crear, imaginar y mirar para sentirnos vivos. El arte, en su producción o en su consumo, nos asegura deleite a través de la libertad, levantando la bandera de todo (o casi todo) está permitido.  Y así lo entiende la Galería Maxó con su nueva exposición  “99 artistas y medio“. A través de la convocatoria de casi un centenar de jóvenes artistas, de diferentes puntos cardinales y pertenecientes a múltiples lenguajes artísticos,  presenta una muestra colectiva, sin límites, prometiendo el disfrute del arte para todos los gustos.
Lejos de buscar la unidad, a la exposición la integran artistas europeos y latinoamericanos que participan libremente, fuera de cualquier egocentrismo. Sus obras quedan colocadas en un espacio heterogéneo y fuera de estructuras, quedando al descubierto y en constante diálogo con otras producciones.
Superado el riesgo de generar una expo híbrida, la variedad demuestra ser riqueza. La pintura y las ilustraciones son las grandes protagonistas, pero se pueden ver  fotos, videoinstalaciones y esculturas.  En la muestra, el arte se manifiesta en variados niveles, asegurando a quien se acerque, una experiencia inagotable a cada giro de cabeza.
Pero está claro. No todo te va a gustar. Se trata de una exhibición provocativa en cuanto a su diversidad. Y a esto la Galería parece saberlo. Por eso, nos invita al dedo señalador y provee a cada visitante de un punto verde y otro rojo, para elegir la obra que más te gusta y la que menos, bajo el pensamiento de  ”todos podemos opinar de arte”.
Para los propios artistas, “99 artistas y medio” significa la posibilidad de salir a la luz y ver lo que ocurre entre el público y su obra, ver  lo que pasa con el público y la obra de los demás, pero también  observar la relación entre su producción y la ajena, y sobretodo, conocer el camino que sus pares van siguiendo.
Y si entonces colgar la obra de 99 artistas jóvenes, sin límite geográfico, estético o formal es la mejor manera de medir lo que se está haciendo hoy en el arte emergente, la exposición de Maxó  no deja dudas.  Quizás este es su máximo logro. Organizar un estallido de arte para dejar de lado la lupa y ver lo que noveles creadores están desarrollando. Una propuesta que sólo busca generar amor-odio para no olvidarnos de que estamos vivos.
*La exposición puede visitarse hasta el 04 de enero en Galería Maxó  (C/Portal Nou 19)